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Tiempos convulsos
EN EL MAESTRAZGO
Texto Sofía Sánchez
Fotos Comarca del Maestrazgo
La exposición “Tiempos Convulsos en el Maestrazgo. Bandidos, franceses, carlistas y liberales” pone el acento en el protagonismo que tuvo la comarca del Maestrazgo en el transcurso de las Guerras
Carlistas. Su objetivo es mostrar a los habitantes de la comarca,
y a todo aquel que quiera
acercarse, un territorio que en el siglo XIX fue transformado por la guerra con los cambios sociales
que ello acarreó,
además de los costes económicos y humanos, para convertirse uno de los centros más importantes de la insurgencia carlista.
Fue un siglo convulso
en la comarca, marcado por el estallido de las dos Guerras
Carlistas y por
la difusión de las ideas
políticas defendidas por cada bando. En ello,
como se refleja
en este proyecto
itinerante, jugaron un papel
importante tanto la prensa como la guerra
misma, que llevó
de un lado a otro las ideas y los símbolos
que las representaban.
Desde su primera inauguración en Fortanete en el año 2011 la exposición ha itinerado por Fortanete, Castellote, Tronchón, Mirambel y La Iglesuela, finalizando su andadura en Cantavieja.
Las Guerras Carlistas

Los carlistas se afirmaron en el Maestrazgo a partir de la
llegada de Ramón
Cabrera a la dirección del
ejército, en 1835. Con la toma de Cantavieja, al año siguiente, comenzó a funcionar una
compleja maquinaria mili-
tar/administrativa que permitió su expansión no solo hacia Aragón y Valencia,
sino también hacia
Castilla y Cataluña.
El Maestrazgo turolense incluye un extenso espacio
montañoso que fue históricamente conocido como “las tres Bailías” (Cantavieja, Castellote
y Aliaga), hasta el
siglo XIX en que la orden de San Juan del Hospital pierde sus privilegios. Con la primera
guerra carlista la comarca pasará a ser conocida como
Maestrazgo, de- nominando así un amplísimo territorio que incluye el maestrazgo
de la Orden de Montesa en Castellón, de donde adopta el nombre.
Cantavieja desafiante.

Cuando llegaron los carlistas a Cantavieja, la vieja muralla tuvo que ser restaurada para de
nuevo convertirse en un bastión de la insurgencia frente al potente ejército
liberal, tanto en la primera como en la segunda guerra carlista.
De aquellos momentos, Cantavieja conserva un interesante patrimonio que se puede disfrutar en un recorrido por sus calles
y que nos da idea
de la importancia de aquellas luchas
que colocaron a la localidad en un lugar
preeminente para los intereses de la nación,
ya que lo que allí estaba
ocurriendo tendría repercusiones de ámbito nacional e incluso llegaría
a hacerse eco la
prensa internacional.
Un importante punto de inflexión en el desarrollo de la primera guerra carlista proporcionará a Cantavieja un inusitado protagonismo. Se trata
del momento en que
Cabrera obtiene sus
primeros logros en convertir las partidas
carlistas en un verdadero ejército, vinculado a la fortificación de Cantavieja, que supuso
una demostración de fuerza, defendiendo un enclave
territorial.

El Museo de las Guerras Carlistas.
Para conocer e interpretar este territorio montañoso que
se convirtió en bastión de la insurgencia carlista, conviene iniciar nuestro
itinerario por el Museo de las Guerras Carlistas, ubicado
en el antiguo edificio de correos en la calle Mayor de Cantavieja.
El museo tiene su origen en la necesidad de establecer
un conjunto de información sobre las guerras que afectaron al Maestrazgo durante
el siglo XIX en el lugar
que fue su capital y en la voluntad de servir de nudo entre el pasado, el
presente y el futuro y los aspectos históricos, geográficos y culturales que se entrelazan en el apasionante y apasionado relato de este periodo.

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